Este tipo de trabajos normalmente abarcan todo un día. al igual que en el resto de mis trabajos no notareis mi presencia, porque no os haré posar ni mirar a cámara. Además planearemos el día, llenándolo de actividades cotidianas pero “aglutinadas” para la ocasión.
El despertar rodeado de esa magia que transmite la primeras luces del día con una guerra de cosquillas, un desayuno en familia, un baño “de espuma”. Hacer la compra o ir a buscar el periódico con los peques de la casa, disfrutar del colorido, olores y sonidos del mercado, tomar un café o pasear por la ciudad, pueden ser momentos únicos que dejamos pasar sin darnos cuenta de lo especiales que son, porque en esos “momentos cotidianos” es donde de forma natural surge esa caricia, ese abrazo o esa mirada que lo dice todo y te penetra hasta el alma.